New Queer Cinema: Una Breve Introducción
Cómo el cine puede ser un arma de lucha y comunidad
Te presento una nueva sección del newsletter donde voy a escribir sobre películas que integran este movimiento cinematográfico que vio nacer realizadores y realizadoras sumergiéndose en el barro de problemáticas y tabúes sociales mientras gritaban “acá estamos” y “somos”, tirándole ese barro en la cara a quienes perseguían y callaban cualquier manifestación cultural o social por fuera de lo heteronormativo.
Pero primero, quiero introducirte en el New Queer Cinema (NQC) de la mano del libro del 2013 de B. Ruby Rich, New Queer Cinema: The Director’s Cut. En este libro la autora y crítica de cine recopila una gran cantidad de ensayos propios escritos a lo largo de su vida con respecto a este movimiento acercándonos a su origen e influencias y a su persistencia en el tiempo, detallando cómo el NQC es más que un estilo o una forma de hacer cine, es comunidad, movimiento y representación que nunca muere, se transforma.
Si bien el NQC no tiene un punto de partida específico, durante fines de 1980 y comienzo de 1990 se estrenaron películas de directores gays y lesbianas que proponían un acercamiento diferente a las experiencias LGBTQ+ que solían aparecer en la pantalla. B. Ruby Rich se dio cuenta de eso y escribió en 1992 un ensayo en donde hablaba por primera vez del New Queer Cinema. Este ensayo da inicio oficial al término que abarca una cantidad prolífica de films. Pero es interesante notar también que ese artículo de Rich fue una crónica de su participación en tres festivales ese año: el Toronto International Film Festival (TIFF), el Amsterdam Gay and Lesbian Film Festival y el Sundance Film Festival. Fue en el de Sundance donde se realizó un panel llamado Barbed Wire Kisses, moderado por Rich y con la participación de quienes serían les realizadores clave del movimiento en ese entonces. Allí, cuenta Rich, se plantearon muchas de las ideas que estaban impregnando (y continuarían haciéndolo) las bases del New Queer Cinema.

Una genealogía del cine queer
El libro está dividido en cinco partes, las cuales van desde las influencias y el contexto que permitió el surgimiento del NQC hasta el impacto de mega hits queer en la sociedad y en la taquilla, y su recepción por parte de espectadores que tal vez nunca experimentaron este tipo de films.
En la parte I, Rich comienza introduciendo las influencias del NQC, divididas entre la era pre Stonewall y la post Stonewall. Desde Lost in Sodom (1933) hasta Looking for Langston (1989), pasando por muchas más. Luego, se enfoca en los inicios del NQC con su ensayo fundacional y su experiencia propia relatando su nacimiento y sus primeros pasos:
“…la importancia del NQC como respuesta cultural a tiempos difíciles, así como un movimiento estético innovador que merece elogio, emulación y análisis” (traducción propia)
Las películas más representativas junto con sus directores y directoras, sobre las cuales Rich escribió en su momento llenan las páginas de la parte II del libro. Directores como Derek Jarman y Gregg Araki y películas como Go Fish y The Watermelon Woman llaman la atención de Rich por su capacidad de revertir las normas narrativas convencionales y poner a les espectadores en lugares incómodos y al mismo tiempo increíblemente identificables.
Rich continúa en la parte III con la intención de ir más allá de los films sobre varones gays. Sus ensayos incluyen: la mirada sobre representaciones lésbicas usadas como forma de entretenimiento por directores varones heterosexuales donde la tragedia y la fatalidad parecen ser los únicos desenlaces; lo que Rich llama biopics documentales y el riesgo de repetir los errores del pasado sobre adoración casi fanática y whitewashing; y una mirada fresca y crítica sobre Boys Don’t Cry a poco tiempo de su estreno, en donde Rich se cuestiona si el NQC ha llegado finalmente a su colapso repasando sus inicios y su recorrido hasta el momento y preguntándose qué fue lo que pasó en el medio.
La parte IV relata sus experiencias en diferentes países de América Latina y cómo sus diversos films logran capturar conceptos, dificultades y posiciones socio-políticas que serían imposibles en otras parte del mundo, sumando también las conflictivas historias de países como México, Cuba, Brasil y Argentina (con María Luisa Bemberg y Lucrecia Martel en el centro). No es común encontrar autoras o critiques de cine no latines dedicando tiempo y espacio a nuestra historia y Rich no solo lo hace sino que además lo busca, intentando encontrar más y distintas referencias para experimentar e incorporar en su ya vasto catálogo del NQC, y América Latina no le falla.
Por último, en la parte V Rich se mete de lleno con el “mega hit” queer en el cine desde Brokeback Mountain hasta Milk. Se enfoca no solo en su función como una suerte de defensa gay cultural, sino también en su impacto en pequeñas localidades rurales y pueblos donde este tipo de cine jamás hubiera podido llegar de otra manera (especialmente con la ayuda del entonces todavía novedoso DVD). Pero Rich también nos aclara que los films sobre lesbianas en ese momento no estaban logrando el mismo impacto global que los de los varones gay y nos recuerda el desbalance género-sexual dentro del NQC, con su falta de mujeres y de representación lésbica. Sin embargo, Rich encuentra esperanza en películas como Itty Titty Bitty Committee de Jamie Babbit, la cual propone un homenaje a los primeros inicios del NQC y una vuelta a las bases comunitarias y de lucha que supieron dominar el movimiento.
Pero, ¿qué es el New Queer Cinema?
B. Ruby Rich nos dice que el NQC no propone una estética o técnica específica y unificadora, sino que más bien se trata de una forma de contar narrativas con una imprenta queer que rompe con la tal vez tibia sutileza que solían tener los films LGBT hasta entonces. De todas formas, Rich también enfatiza el uso de cámaras de video para realizar los films, su facilidad de acceso y el bajo precio otorgaban una oportunidad para que más personas pudieran experimentar con la realización cinematográfica, Pero lo más importante del NQC es justamente lo que no se puede encasillar. Las problemáticas del momento que nadie estaba dispuesto a mencionar (en especial la desinformación sobre el VIH y el SIDA y su uso como ataque sistemático hacia las personas gay), las relaciones sociales fuera de estereotipos y las diversas formas de persecución tanto explícitas como implícitas, privadas y públicas, hacia las personas queer son algunas de las temáticas que subyacen en estos films y que se dejan visualizar dentro de una resignificación de las tecnologías narrativas del cine.
Sentí la necesidad de escribir sobre el NQC porque estamos viviendo un momento de retroceso en derechos que asoma un posible futuro (no tan futuro) en donde ciertos mecanismos de persecución podrían regresar. No veo una respuesta cultural o artística que iguale en lucha el nivel de agresión actual y sobre todo, no veo una respuesta centrada en la comunidad, en la necesidad de unión y de concentración grupal, dejando de lado el individualismo y la vanidad de una preocupación únicamente sobre dificultades personales. Supongo que es también un retrato de la época en que vivimos, donde todo pasa por las redes sociales en soledad, enfocada en el individualismo por sobre todas las cosas, y no es fácil escapar de eso.
Películas de los últimos años como Queer, Weekend, Loves Lies Bleeding, por nombrar algunas, son películas excelentes y que me gustan bastante, pero enfocadas en cuestiones y experiencias que si bien pueden identificarse con muchas personas y de las cuales podemos extraer temáticas sociales, son, al fin y al cabo, personales e individuales. No por eso menos importantes, pero sí, creo yo, son films que no tienen (ni pretenden tenerlo tampoco, porque cuentan otras cosas, y ese no es el punto) esa chispa, esa indecencia, esa molestia y esa irreverencia socialmente comunitaria que impregnaba el NQC. Hay contraejemplos, por supuesto, como Shortbus, 120 BPM, The Normal Heart (y de todas formas estas dos últimas deben volver a los 80s y 90s para poder retratar comunidad), y no muchas más honestamente. No obstante, no solo son las menos, sino que además no parecieran lograr el impacto que sí tenían las del NQC.
No sé si el New Queer Cinema está muerto, ni siquiera B. Ruby Rich lo sabe, quien se pasó toda la vida preguntando y repreguntando eso mismo, ni tampoco quiero exponer que todo pasado fue mejor porque hemos avanzado muchísimo, pero hay algo dentro mío que no deja de sentir que no estamos teniendo la reacción necesaria ante lo que está sucediendo. De todas formas, soy una persona que escribe sobre cine y no hace nada, así que tampoco quiero que esto parezca como que les estoy pidiendo a les realizadores que hagan otras cosas porque lo que ya hacen lo hacen muy bien, solo quiero intentar mostrar una parte de lo que siento con respecto al cine queer de hoy en día.
En fin, esa es mi posición y como con todo puedo estar equivocade y tal vez no estoy buscando o mirando los films correctos. ¿Vos qué pensas? ¿Sentís algo parecido o pensas que estoy diciendo cualquiera? ¿Conocías el New Queer Cinema o el libro de Rich? ¿Tenes pelis favoritas?
En futuros posteos voy a estar hablando de algunas de las películas que integran el NQC, como Go Fish, Poison, The Watermelon Woman, Paris is Burning, Edward II, y varias más. Pero teneme paciencia porque además también quiero hablar de otras cosas, así que iré intercalando. De todas formas, si conoces algún film del NQC sobre el que te gustaria leer, decímelo en los comentarios, que además me ayudas a elegir.
Qué importante esto que dices: "... estamos viviendo un momento de retroceso en derechos que asoma un posible futuro (no tan futuro) en donde ciertos mecanismos de persecución podrían regresar". No conocía el concepto NQC, así que muy a favor de que nos lo vayas trayendo, sobre todo de exponentes latinos, que los tengo muy pocos controlados en general.
No conocía para nada el concepto de New Queer Cinema pero sí había algo que me hacía como ¿ruido? con las películas de Hollywood queer, que percibo hay algo que no está presente en otras películas queer menos conocidas. Como que si bien son historias LGBT estas pelis hollywoodenses, la manera de narrar igualmente responde a una estructura "mainstream" si se quiere. Por lo que contas, entiendo que responde a que no está presente el revertir las formas narrativas.
No me considero ni soy de cerca un gran conocedor, pero me gusta leer y aprender todo lo que se pueda para interiorizarse como varón cishet. Gracias por compartir <3